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Miércoles, agosto 22, 2012Conozco a algunas personas convencidas de las bondades de la homeopatía, la eficacia del Reiki y la inutilidad de las vacunas. A unas pocas las considero inteligentes y sensatas y aprecio sus opiniones en terrenos alejados de la tecnociencia. A otras… dejémoslo en que no. En cualquier caso, tengo por norma no discutir nunca sobre las pseudociencias con sus partidarios. La mayor parte de los cambios de opinión en este terreno son el resultado de experiencias personales, no de argumentaciones convincentes. Cuando un tratamiento alternativo convierte una enfermedad generalmente inocua en una patología potencialmente mortal, uno se vuelve más receptivo a los protocolos clínicos y a su fundamentación científica.
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