El principio de precaución forma parte de los debates de los movimientos sociales y, en parte, de las instituciones desde hace tres decenios. Es una propuesta normativa para hacer frente a las situaciones de incertidumbre. Hay situaciones en las que el efecto combinado de la aceleración de las innovaciones y la velocidad de la circulación de mercancías se combinan con las incertidumbres ecosociales y parecen anunciar riesgos, a veces catastróficos, aunque no lleguemos a conocer detalladamente los mecanismos causales que están detrás de ellos. El "principio de precaución" viene a pedir que, en estos casos nos demos un tiempo para estudiar estos problemas y evitar desenlaces catastróficos. Sus áreas de aplicación más urgente serían las biotecnologías y las políticas de control de los productos químicos. Precisamente, en estos momentos hay una gran discusión en torno a la directiva europea de control de riesgos químicos (REACH), un campo en el que se lleva tiempo desoyendo el principio de precaución.
¿Qué intereses están detrás de la producción de alimentos transgénicos? ¿Puede producir efectos socialmente positivos?
La principal fuerza motora son algunas compañías transnacionales, las mismas (Monsanto y Syngenta) que han estado fabricando tóxicos durante varios decenios reconvertidas a lo que ellos han llamado ciencias de la vida.
Estos intereses claramente identificables engranan con algunos intereses de grandes agricultores y latifundistas de algunos países. Por ejemplo, en el caso de la rapidísima difusión de la soja transgénica en Argentina (un 95% de la soja total cultivada en Argentina, uno de los mayores productores de soja del mundo), el interés de Monsanto encaja con los intereses parciales de los grandes agricultores.
Hoy en día no hay usos socialmente positivos de los transgénicos y es difícil prever que los vaya a haber en un futuro próximo. Por ejemplo, los cultivos transgénicos que se plantan y comercializan son cultivos industriales o cultivos para la alimentación de ganado en los países ricos. Ahí tenemos el caso de los cultivos de soja transgénica en Brasil, que suponen una presión enorme sobre la selva amazónica y no aportan una mayor seguridad alimentaria para el país, porque son productos de exportación que van a parar a los piensos que comen los animales estabulados en condiciones horribles en países como los nuestros. Ahora bien, la tecnología de manipulación genética es muy potente y no se puede excluir que en algún momento aparezcan en el mercado productos transgénicos que tengan dimensiones más atractivas, como plantas transgénicas cultivables en climas muy áridos.
¿Qué es necesario saber para completar la información que se nos da sobre el cambio climático?
La verdad es que se puede estar muy bien informado sobre el cambio climático a poco que uno se interese. Los grandes medios de comunicación no lo han cubierto mal del todo en los últimos años, una vez que se lo han tomado un poco más en serio.
Quizá lo menos visible en los medios sea el enorme reto que supone el cambio climático para las instituciones y la economía. En última instancia, lo que está en juego es la economía de la energía y del transporte y, en particular, la economía energética basada en combustibles fósiles cuya incompatibilidad con un clima estable y un planeta habitable parece clara. De hecho, rara vez hay tanta unanimidad en la comunidad de científicos ambientales como acerca de las causas y las soluciones para el problema del cambio climático.
La energía y el transporte son dos dimensiones básicas del modelo económico en el que vivimos, cuestionarlas es cuestionarlo casi todo. En el caso del cambio climático, no queda más remedio que decir que no a este tipo de modelo porque, a diferencia del agujero de la capa de ozono, no admite soluciones técnicas. La lucha contra el cambio climático exige cambios sociales de mucho calado, por eso los avances son tan lentos, cuando no inexistentes.
El hecho de que se hayan obtenido compromisos en este aspecto de la crisis ecológica, ¿tiene que ver con la unanimidad de la comunidad científica a la que aludías?
Hay muy pocos argumentos para no reducir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero y, desde luego, ningún argumento en contra en el que no se puedan rastrear fácilmente los intereses económicos que lo sustentan.
¿Qué son la “gestión de la demanda” y la “biomímesis”? ¿Por qué son principios rectores deseables?
En los últimos tiempos he intentado abordar los problemas de sostenibilidad identificando principios básicos que den respuesta a los problemas de fondo de las sociedades industriales occidentales. La “gestión generalizada de la demanda” supone traducir la idea político-moral de autocontención al terreno político-económico. Ya sabemos, por casos como los de la energía y el agua, que no podemos seguir ampliando la oferta de estos recursos, hay que actuar sobre la demanda para ajustar las necesidades y deseos de la población a la disponibilidad real de estos recursos. En todos los terrenos en los que nos estemos acercando a los límites físicos de un determinado recurso tenemos que actuar con mecanismos de gestión de la demanda. Por ejemplo, en casos como las dietas ricas en carne, hay que aplicar medidas de este tipo porque no es posible pensar en un mundo de 8.000 millones de personas en el que todos se nutran bien con dietas tan abundantes en carne (o pescado) como las nuestras. La solución no es que unos pocos acaparen los recursos, sino que se estipulen las cantidades permitidas de consumo de carne y se desarrollen medios no demasiado coercitivos para que no se sobrepasen estas cantidades.
El principio de biomímesis pretende dar respuesta a los problemas de mal diseño de los sistemas sociales y económicos respecto a la biosfera. El punto central del principio de biomímesis consiste en plantear la superación del conflicto entre sistemas humanos y sistemas naturales a partir de la observación de algunos rasgos de los ecosistemas que deben ser adoptados por nuestro sistema de producción y consumo.
Has mencionado algunos de los problemas asociados a las dietas muy ricas en carne, ¿qué otros argumentos hay para optar por dietas con menos carne?
Como ya he mencionado antes, no es un modelo de dieta extensible a todo el mundo debido a una ley de hierro biológica: por cada paso en la cadena trófica (vegetales/herbívoros/depredadores de herbívoros) se pierde un 90% de la biomasa. Si consumimos más organismos directamente convertidores de la energía solar en energía química estamos liberando espacio ecológico para que otros puedan comer mejor y para que otras especies animales puedan alimentarse.
Si además tenemos en cuenta las reclamaciones legítimas de ciertos derechos animales, el camino correcto sería la abolición de las ganaderías industriales y el desarrollo, para aquellos que quieran seguir comiendo carne, de sistemas ecológicos extensivos de ganadería, que causan una menor cantidad de sufrimiento animal. En el ámbito institucional se están desarrollando versiones de la sostenibilidad muy respetuosas con la acumulación de capital. ¿Se está preparando una nueva legitimidad “sostenible” del capitalismo para el siglo XXI?
No debemos olvidar que la sostenibilidad es un campo de batalla, hay versiones de derechas, de centro y de izquierdas. Eso viene siendo así desde que se generalizó el uso del concepto. Hay sectores capitalistas ilustrados que apuestan por la sostenibilidad capitalista, el natural capitalism de los países anglosajones. También hay muchas críticas ecologistas y ecosocialistas bien fundadas que consideran que capitalismo sostenible es una contradicción en los términos porque hay rasgos muy básicos del capitalismo que lo hacen insostenible. Por ejemplo, es inevitable que los mecanismos de reproducción ampliada del capital choquen contra los límites físicos del planeta.
Por otro, lado los pasos que se han dado institucionalmente hacia la sostenibilidad capitalista reposan en gran medida en la exportación de los daños ecológicos (llamados externalidades) a los países del sur. Si de una vez se asumieran estas externalidades desde dentro del sistema, probablemente ya no estaríamos ante un sistema capitalista.
Fragmento del largo poema “Cincuenta microgramos de platino e iridio”, tercera parte del último libro de Jorge Riechmann, recién publicado: Ahí te quiero ver, eds. Icaria, Barcelona 2005
no escribir
desde la parábola
ni el zigzag quebrantado
no escribir
desde el afecto seguro
ni desde la certidumbre de lo bello
no escribir
desde la elección pasada
ni desde el prefigurado futuro
no escribir
desde la trayectoria impecable
del que asciende
no desde lo íntegro
que borró las fisuras
no desde el relato
que se incluye a sí mismo
no escribir
desde ningún saber
escribir desde ahí
1. «Hola!
Soy estudiante de la maestría en Ciencias y Artes para el Diseño de la Universidad Autónoma Metropolitana de la Ciudad de México, y estoy enfocando el desarrollo de mi tema de investigación sobre la utilización de ecotecnologías en la vivienda popular urbana.
La idea de la biomímesis como la imitación de los sistemas ecológicos aplicada a los sistemas ecológicos humanos es sumamente interesante. Aunque es necesario desarrollar las herramientas teóricas que desde un enfoque tecnológico permitan llevarla a la práctica; y qué decir sobre el trabajo necesario en cuestión de la divulgación de la información necesaria para que la población en general pueda tomar una ruta en ese sentido.
Sin embargo, es ésta misma sensación de vacío, de camino poco andado, lo que hace de la propuesta de la biomímesis un reto excitante, digno de llevarse a cabo.
Me sumo a la aventura de engendrar alternativas de transformación de la civilización actual, con la felicidad de saber que no se trata de una carrera en solitario.
Gracias por la inspiración.»
2. «Hola.
Soy Gonzalo.
Les vengo a pedir ayuda para poder difundir lo mas posible mi reflexión sobre el calentamiento global.
Hasta hace poco la dejaba en blogs que trataran sobre el tema o que estuviesen relacionados al medio ambiente.
Ahora cree mi propio blog donde por ahora solo he publicado mi reflexión.
Denle un vistazo a mi blog y si les interesa y les gusta, por favor les pido que me ayuden.
No se muy bien como se maneja esto de los blogs.
Aca esta mi dirección de blog:
http://elgranretodelsiglo.blogspot.com/
desde ya muchas gracias.
Un gran saludo.
»
3. «Muy interesante la entrevista.
Especialmente los conceptos de "Gestión de la demanda" y "Biomímesis". Creo que son el punto de partida teórico en la búsqueda de soluciones que habría que convinar con un sistema económico sostenible.
Saludos!
http://dineroyeconomia.blogspot.com/ »



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