30.LDNM
- Abr-Jul 2009
Cine
Bani Khoshnoudi: "Quiero hacer películas que cambien la percepción de quienes las ven"
Tariq Gómez-Kemp
Nació en Teherán, estudió cine en Texas y se dio a conocer en Francia. Su primer documental, The New Criminals of Europe (2003), mostraba la vida de los migrantes acogidos en el campamento de la Cruz Roja en Sangatte (norte de Francia). Desde entonces ha firmado cintas sobre la sociedad iraní actual, la abogada y activista Shirin Ebadi o los diversos conflictos de la vida en el exilio. En 2006 Khoshnoudi fundó su propia productora, Pensée Sauvage, buscando un espacio propio al margen de la industria.
Haces documentales y películas de ficción. ¿Cómo decides qué género usar en cada caso?
Te pongo un ejemplo: Transit (2005) es un corto de ficción sobre kurdos y afganos que vienen a trabajar a Europa. De alguna manera, sentía la necesidad de contar las cosas que vi cuando colaboraba en Francia en organizaciones que defendían los derechos de los migrantes. La cinta surge tras años de observar la falta de respeto y atención con la que se trata a la gente que llega a trabajar a ese país. Todo lo que sale en pantalla está basado en testimonios reales que yo misma he escuchado. En vez de hacer un documental pensé que un método mejor sería el de la "experiencia compartida" o "antropología compartida", según explican las teorías del antropólogo y cineasta Jean Rouch. Propuse a los migrantes que habían vivido esas situaciones que las reprodujesen frente a una cámara a través de la recreación y la improvisación. Es una forma de procesar de manera colectiva sus historias y traumas de emigración. Se trata de comunicarse, representarse y sentirse poderoso usando unos sentimientos que son muy complicados. Eso no hubiera sido posible con un documental, donde los migrantes son puestos en una pecera desde cuyo exterior el público les mira. Ver cómo unas personas reviven juntas un pasaje áspero de su pasado hace que las imágenes tengan un significado totalmente distinto.
¿Qué es lo que más valoras en un actor?
No sé mucho de actores. Hasta ahora, la mayor parte de mi trabajo se ha hecho con "no actores" (por llamarlos de alguna manera). Creo que todos ejercitamos cierto grado de interpretación en nuestra vida cotidiana. Me gusta jugar con eso, tanto en el documental como en la ficción. Dicho esto, por supuesto hay intérpretes que me parecen magníficos, por ejemplo Anna Karina, Liv Ullman, Soussan Taslimi, Gena Rowlands, Marlon Brando, Behrouz Vossoughi, Buster Keaton y unos cuantos más.
Los principales asuntos que tratas en tus películas son el exilio y la emigración. ¿Qué opinas de cómo se reflejan estos conflictos en el cine de masas?
No estoy segura de que el exilio y la emigración sean los asuntos principales de mi cine. Ni siquiera el motivo por el que hago películas. Creo que hago cintas sobre cosas muy distintas, pero siempre desde la posición de alguien que se siente exiliado. Puede sonar extraño porque yo era muy pequeña (tenía dos años) cuando mi familia dejó Irán. La sensación de exilio es algo que no se toma en serio en el cine de masas. Se prefieren los conflictos de identidad o comunidad. No se habla de psicología, sino de las costumbres culturales más superficiales. Son típicas las películas sobre migrantes que viven una vida muy distinta de la de sus padres, lo cual produce choques. Pienso por ejemplo en cintas sobre la relación de India e Inglaterra. Eso puede ser divertido para la gente joven que aún no puede captar las complejidades del exilio y la emigración, yo prefiero a los autores que exploran la creación de la subjetividad y el impacto de las condiciones económicas sobre la gente desplazada.
Has montado tu propia productora: Pensée Sauvage [Pensamiento Salvaje]. ¿Cuáles son las principales dificultades que has encontrado para sacarla adelante?
Crear una productora propia ya es una forma de tomar postura frente a la industria del cine. Financiar mi película no es algo que me atraiga per se, simplemente necesito mantener control sobre el contenido de mi trabajo. La primera cinta que edité así, A People In The Shadows (2008), era una proyecto muy personal de observación de Teherán, la ciudad donde nací. No quería tener que someterme a los comentarios de un productor externo, de una cadena de televisión y de otras figuras de autoridad. Tengo que agradecer mucho la beca que obtuve de la fundación Jan Vrijman (relacionada con el Festival Internacional de Docu-mentales de Ámsterdam). Tampoco re-nuncio a adaptarme a la industria en as-pectos determinados que no comprometan mi integridad. Veo peligroso aislarte por completo en tu propia burbuja de independencia.
¿Qué es lo más importante que aprendiste rodando A People In The Shadows?
Es difícil responder. A medida que envejeces te das cuenta de que muchas veces se tardan años en ser consciente de algo que has aprendido. A People In The Shadows explora el acto de mirar, observar a la gente y la sociedad. Antes de empezar a filmar hubo un periodo de diez años de visitas a Irán, rehaciendo mi relación con Teherán en cada estancia. Son diez años de observación antes de coger la cámara. Me parece importante esperar al momento justo para filmar algo. Vivimos en una sociedad capitalista que nos impulsa a producir y ese empujón muchas veces amenaza o se lleva por delante nuestra objetividad o nuestra capacidad para comunicarnos. Por eso me parece crucial tener tiempo suficiente para mirar y para elaborar lo que quiero mostrar a los demás.
¿Qué directores iraníes nos puedes recomendar?
Actualmente hay varios nombres inscritos en la larga tradición iraní de revolucionar el medio. Destacaría a Asghar Farhadi, tanto su película Fireworks Wednesday (2006) como su nueva cinta, About Elly (2009). También me interesa Mohsen Amiryoussefi, que firmó la brillante Bitter Dream (2004). Otro que destacaría es Rakhshan Bani-Etemad, que sigue haciendo películas muy interesantes. Por desgracia, no hay muchas mujeres jóvenes en este campo o al menos no son visibles por el momento. Pero, en general, la situación está animada. Lo mejor del cine iraní es que no tenemos sólo un par de nombres, sino bastantes más. Por eso no acepto la noción de que Kiarostami es el gran revolucionario del cine iraní o incluso el más importante. Hay una larga historia, cuyos momentos de mayor esplendor son el comienzo del siglo XX y la agitación de los años sesenta y setenta, muy influyente en los creadores actuales.
¿Cuáles crees que son los principales problemas de Irán en la actualidad?
Es una pregunta compleja. Los principales conflictos forman parte los unos de los otros. Existe una cultura patriarcal muy profunda. Carece de importancia si es islámica o preislámica. Lo esencial es que nos ha dejado una herencia de autoritarismo arraigada en los hogares y en el resto de relaciones políticas y sociales. No lo digo desde la óptica feminista, sino desde una posición antiautoritaria. La autoridad raramente se cuestiona en Irán y eso nos convierte en un país sometido, tanto en épocas pasadas como ahora.
Y, ¿qué piensas de la imagen de Irán que se tiene en Occidente?
No quiero generalizar y la pregunta me obliga un poco a ello. Si tengo que responder diré que lo peor de la "visión occidental" suele ser que mira por encima del hombro, dando por hecho que es más válida que otras percepciones. Su error es creer que no puede equivocarse. Hay gente que asume que el éxito económico de Occidente es resultado de aplicar esta visión correcta. En todo caso, yo también tengo muchas percepciones equivocadas, que me obligan a volver una y otra vez sobre un montón de asuntos. Todos aplicamos miradas erróneas constantemente.
Hasta ahora has tenido éxito en el circuito de festivales y en canales temáticos como Arte. ¿Ves oportunidades de llegar al gran público?
En Francia el canal Arte se puede considerar masivo. La pieza que programaron fue un encargo de la cadena, bastante más accesible que lo que suelo hacer por iniciativa propia. Estaba pensada específicamente para la audiencia que iba a verla. Quiero hacer películas que cambien la percepción de quienes las ven y que construyan nuevas formas de comunicarse. Respecto a los festivales, soy consciente de que tienen sus desventajas: desde su proceso de conversión en marcas a su instrumentalización como promoción de una ciudad. Pero, en general, son útiles para ampliar público. Pienso mucho sobre cómo llegar a más gente, pero aún estoy aprendiendo.
www.penseesauvagefilms.com
Te pongo un ejemplo: Transit (2005) es un corto de ficción sobre kurdos y afganos que vienen a trabajar a Europa. De alguna manera, sentía la necesidad de contar las cosas que vi cuando colaboraba en Francia en organizaciones que defendían los derechos de los migrantes. La cinta surge tras años de observar la falta de respeto y atención con la que se trata a la gente que llega a trabajar a ese país. Todo lo que sale en pantalla está basado en testimonios reales que yo misma he escuchado. En vez de hacer un documental pensé que un método mejor sería el de la "experiencia compartida" o "antropología compartida", según explican las teorías del antropólogo y cineasta Jean Rouch. Propuse a los migrantes que habían vivido esas situaciones que las reprodujesen frente a una cámara a través de la recreación y la improvisación. Es una forma de procesar de manera colectiva sus historias y traumas de emigración. Se trata de comunicarse, representarse y sentirse poderoso usando unos sentimientos que son muy complicados. Eso no hubiera sido posible con un documental, donde los migrantes son puestos en una pecera desde cuyo exterior el público les mira. Ver cómo unas personas reviven juntas un pasaje áspero de su pasado hace que las imágenes tengan un significado totalmente distinto.
¿Qué es lo que más valoras en un actor?
No sé mucho de actores. Hasta ahora, la mayor parte de mi trabajo se ha hecho con "no actores" (por llamarlos de alguna manera). Creo que todos ejercitamos cierto grado de interpretación en nuestra vida cotidiana. Me gusta jugar con eso, tanto en el documental como en la ficción. Dicho esto, por supuesto hay intérpretes que me parecen magníficos, por ejemplo Anna Karina, Liv Ullman, Soussan Taslimi, Gena Rowlands, Marlon Brando, Behrouz Vossoughi, Buster Keaton y unos cuantos más.
Los principales asuntos que tratas en tus películas son el exilio y la emigración. ¿Qué opinas de cómo se reflejan estos conflictos en el cine de masas?
No estoy segura de que el exilio y la emigración sean los asuntos principales de mi cine. Ni siquiera el motivo por el que hago películas. Creo que hago cintas sobre cosas muy distintas, pero siempre desde la posición de alguien que se siente exiliado. Puede sonar extraño porque yo era muy pequeña (tenía dos años) cuando mi familia dejó Irán. La sensación de exilio es algo que no se toma en serio en el cine de masas. Se prefieren los conflictos de identidad o comunidad. No se habla de psicología, sino de las costumbres culturales más superficiales. Son típicas las películas sobre migrantes que viven una vida muy distinta de la de sus padres, lo cual produce choques. Pienso por ejemplo en cintas sobre la relación de India e Inglaterra. Eso puede ser divertido para la gente joven que aún no puede captar las complejidades del exilio y la emigración, yo prefiero a los autores que exploran la creación de la subjetividad y el impacto de las condiciones económicas sobre la gente desplazada.
Has montado tu propia productora: Pensée Sauvage [Pensamiento Salvaje]. ¿Cuáles son las principales dificultades que has encontrado para sacarla adelante?
Crear una productora propia ya es una forma de tomar postura frente a la industria del cine. Financiar mi película no es algo que me atraiga per se, simplemente necesito mantener control sobre el contenido de mi trabajo. La primera cinta que edité así, A People In The Shadows (2008), era una proyecto muy personal de observación de Teherán, la ciudad donde nací. No quería tener que someterme a los comentarios de un productor externo, de una cadena de televisión y de otras figuras de autoridad. Tengo que agradecer mucho la beca que obtuve de la fundación Jan Vrijman (relacionada con el Festival Internacional de Docu-mentales de Ámsterdam). Tampoco re-nuncio a adaptarme a la industria en as-pectos determinados que no comprometan mi integridad. Veo peligroso aislarte por completo en tu propia burbuja de independencia.
¿Qué es lo más importante que aprendiste rodando A People In The Shadows?
Es difícil responder. A medida que envejeces te das cuenta de que muchas veces se tardan años en ser consciente de algo que has aprendido. A People In The Shadows explora el acto de mirar, observar a la gente y la sociedad. Antes de empezar a filmar hubo un periodo de diez años de visitas a Irán, rehaciendo mi relación con Teherán en cada estancia. Son diez años de observación antes de coger la cámara. Me parece importante esperar al momento justo para filmar algo. Vivimos en una sociedad capitalista que nos impulsa a producir y ese empujón muchas veces amenaza o se lleva por delante nuestra objetividad o nuestra capacidad para comunicarnos. Por eso me parece crucial tener tiempo suficiente para mirar y para elaborar lo que quiero mostrar a los demás.
¿Qué directores iraníes nos puedes recomendar?
Actualmente hay varios nombres inscritos en la larga tradición iraní de revolucionar el medio. Destacaría a Asghar Farhadi, tanto su película Fireworks Wednesday (2006) como su nueva cinta, About Elly (2009). También me interesa Mohsen Amiryoussefi, que firmó la brillante Bitter Dream (2004). Otro que destacaría es Rakhshan Bani-Etemad, que sigue haciendo películas muy interesantes. Por desgracia, no hay muchas mujeres jóvenes en este campo o al menos no son visibles por el momento. Pero, en general, la situación está animada. Lo mejor del cine iraní es que no tenemos sólo un par de nombres, sino bastantes más. Por eso no acepto la noción de que Kiarostami es el gran revolucionario del cine iraní o incluso el más importante. Hay una larga historia, cuyos momentos de mayor esplendor son el comienzo del siglo XX y la agitación de los años sesenta y setenta, muy influyente en los creadores actuales.
¿Cuáles crees que son los principales problemas de Irán en la actualidad?
Es una pregunta compleja. Los principales conflictos forman parte los unos de los otros. Existe una cultura patriarcal muy profunda. Carece de importancia si es islámica o preislámica. Lo esencial es que nos ha dejado una herencia de autoritarismo arraigada en los hogares y en el resto de relaciones políticas y sociales. No lo digo desde la óptica feminista, sino desde una posición antiautoritaria. La autoridad raramente se cuestiona en Irán y eso nos convierte en un país sometido, tanto en épocas pasadas como ahora.
Y, ¿qué piensas de la imagen de Irán que se tiene en Occidente?
No quiero generalizar y la pregunta me obliga un poco a ello. Si tengo que responder diré que lo peor de la "visión occidental" suele ser que mira por encima del hombro, dando por hecho que es más válida que otras percepciones. Su error es creer que no puede equivocarse. Hay gente que asume que el éxito económico de Occidente es resultado de aplicar esta visión correcta. En todo caso, yo también tengo muchas percepciones equivocadas, que me obligan a volver una y otra vez sobre un montón de asuntos. Todos aplicamos miradas erróneas constantemente.
Hasta ahora has tenido éxito en el circuito de festivales y en canales temáticos como Arte. ¿Ves oportunidades de llegar al gran público?
En Francia el canal Arte se puede considerar masivo. La pieza que programaron fue un encargo de la cadena, bastante más accesible que lo que suelo hacer por iniciativa propia. Estaba pensada específicamente para la audiencia que iba a verla. Quiero hacer películas que cambien la percepción de quienes las ven y que construyan nuevas formas de comunicarse. Respecto a los festivales, soy consciente de que tienen sus desventajas: desde su proceso de conversión en marcas a su instrumentalización como promoción de una ciudad. Pero, en general, son útiles para ampliar público. Pienso mucho sobre cómo llegar a más gente, pero aún estoy aprendiendo.
www.penseesauvagefilms.com
1 comentarios a Bani Khoshnoudi: "Quiero hacer películas que cambien la percepción de quienes las ven"
1. «Tengo el gusto de conocer a Bani Khoshnoudi y realmente en su sencilles
refleja los detalles de su mirada .
avanzar como seres en la concientizacion de nosotros mismos es
un esfuerzo que no tiene paralelo ...este tipo de trabajo ayuda a profundizar
la mirada sobre la imagen que en el espejo muchas veces resulta indefinida .
dia a dia .
gracias »
Dicho por Ohoh Breton
el Mon 24-08-2009 17:54 (UTC)
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